martes, 8 de julio de 2025

Futuro manifiesto

    Me pregunto a mí mismo —ya que nadie más lo hace— por qué me empeño en seguir escribiendo aquí. Las dos últimas respuestas que me he dado son que este blog es un intento inconsciente de parar el tiempo y una forma de manifestar el asombro ante el fenómeno de la existencia.
    Pero las razones más antiguas, las primigenias, son otras dos muy simples. Hay una cita, atribuida, al parecer falsamente, a Dorothy Parker, que alude a ambas: Odio escribir, adoro haber escrito. Me gusta escribir (primera razón primigenia), aunque pueda llegar a producir cierta angustia, y, por otra parte (segunda razón primigenia), me encanta leerme. Las cosas claras: soy mi mejor lector.
    Dicen en el suplemento dominical —esta es la excusa para escribir hoy— que ya hay programas, o aplicaciones o lo que sea, que pueden sustituir con ventaja al médico de cabecera. Hay que admitirlo sin rasgarse las vestiduras (que dirían en la Biblia). Quiero pensar que, llegado el caso, un séptimo sentido me hará darme cuenta de si un médico es virtual y que cuando ya no me dé cuenta será porque ese “médico” será mejor que cualquier médico de carne y hueso.
    Sea como sea, el futuro ya está aquí y he encontrado dos pruebas irrefutables en el mismo suplemento. Una: se ha descubierto el remedio contra la alopecia. Y dos, y esta me parece la prueba definitiva: los Simpson están en su temporada número 36.

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