jueves, 27 de septiembre de 2007

Indicio

He encontrado una hoja en el ascensor. Una hoja de árbol. Ha sido como encontrar un cuadro romántico (de Delacroix) en un museo de arte moderno (el Guggenheim). Poniéndonos minimalistas, claro. Una hoja lisa, con su peciolo, sus formas naturales y perfectas y su color verde y amarillo. Una hoja de otoño. Bajo la fría luz fluorescente del ascensor, sobre la goma con puntitos antiadherentes del suelo; una hoja. La he recogido y examinado atentamente. He admirado su silueta cercana a la simetría. Me he preguntado como podía haber llegado al ascensor. No es como las hojas de los árboles de la plaza, ni como las de la enredadera de la puerta del garage comunitario. Al salir a la calle la he tirado.

1 comentario:

GEMMA dijo...

Querido Javier,
Es el otoño que nos embriaga...
UN BESO Y GRACIAS.