lunes, 17 de septiembre de 2007

Opiniones

Dos no discuten si uno no quiere. Pero muchas veces quieren los dos. Queremos los dos. Y tarde o temprano nos damos cuenta de que no merecía la pena. La cuestión deja de ser trascendente, porque sencillamente nunca lo fue. Que dos opiniones sean distintas es lo más probable siempre. Y si lo pensamos un poco descubriremos que esas dos opiniones están en el mismo lado de la barrera; que seguimos estando juntos y siendo aliados. Abreviemos los trámites, suprimamos el papeleo; no hace falta esperar a que el tiempo nos vuelva a juntar. Y si sólo hubiera una opinión sería tan aburrido....

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