jueves, 18 de octubre de 2007

¿Sigo siendo de los nuestros?

Los sentimientos son material sensible. Touchy, se dice en inglés de la persona que en seguida se da por aludida, se siente herida. De touch, tocar. Touché, en francés, cuando se reconoce que nos han tocado en un punto débil. No podemos mandar sobre las emociones, como mucho encauzarlas, razonarlas. No soy un fulano con la lágrima fácil, decía Sabina en la canción del pirata cojo. A mí se me aguan los ojos en el cine en algunas ocasiones. Con el tremolar de las banderas, por ejemplo, y lo pienso y me pregunto por qué. Con las señas de identidad hay que ser respetuoso, haberlas haylas. Respeto a todos los que desearían ser enterrados envueltos en una bandera. Pero, éstaba claro que había un pero, ¿por qué una bandera y no otra?. ¿Alguien se cree que por haber nacido en un sitio, por ser de un grupo social, por ser "uno de los nuestros", tiene algún derecho especial, tiene más suerte que nadie, puede con justicia compadecer a los desafortunados que tienen otra bandera?. Ojalá se vayan borrando las fronteras y ser de los nuestros o de los otros quede sólo para las competiciones deportivas.

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