viernes, 7 de mayo de 2021

Es para divertirse

    La vida es un juego muy serio y hay que jugarlo con espíritu deportivo. El juego de la infancia es otra cosa. Ese juego, desde que la mujer es mujer (esto va por la igualdad de género), es un aprendizaje, una interiorización de la cultura vigente; una escuela tan importante, o más, que la escuela misma de aula y pizarra. De hecho esta última escuela solo ha aparecido anteayer en la historia del homo sapiens.
    Lo que pasa es que si los tiernos jugadores entran en la edad adulta (con sus oportunos ritos de paso) y, en lugar de ponerse a jugar en serio el juego de la vida, siguen ofuscados en otros juegos banales es que algo raro ha pasado (madura, muchacho). No quiero decir que me parezca mal “perder” el tiempo en actividades “lúdicas”; todo tiene cabida con cierta mesura, superada esta es cuando habría que empezar a preocuparse.
    Hasta aquí he llegado sin mencionar lo que quería decir desde el principio. Estaba intentando crear una atmósfera favorable a mi tesis (bah, tesis, no llega a tesis). Mi “tesis” es: solo es fútbol, solo es un juego, un juego en el que no nos jugamos nada (juego de palabras); es para divertirse, no va la vida de nadie en el envite (envite, de envidar en el mus, otro juego).
    Los Beatles tenían (y siguen teniendo) una canción titulada “It's Only Love”, “solo es amor”, muy bonita balada; pero, por dios, McCartney (y Lennon, in memoriam), ¿cómo que solo es amor?, un respeto al amor. Lo que teníais que haber dicho es: it's only football, and that is all; o sea, es solo fútbol y eso es todo.

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