viernes, 4 de marzo de 2022

Apunte sobre los sueños

    En algunas culturas nativas americanas tienen estos amuletos que consisten en un círculo hecho con rama de sauce con una especie de tela de araña en el interior y unas plumas de adorno. Se cuelgan sobre las cunas para proteger al bebé de los malos sueños que quedarían atrapados en él. Se les llama "dreamcatcher" en inglés, "atrapasueños" en español. La idea no puede ser más romántica, aunque en realidad es una idea en negativo, lo que nos gustaría atrapar son los sueños buenos, y lo que atrapa aquel artefacto son las pesadillas.
    Anoche no soñé contigo, pero soñé. Era domingo por la tarde, estaba leyendo el periódico y me daba cuenta de que faltaban la mitad de las hojas. Quería ir al quiosco a reclamar, pero estaba cerrado. Una mujer me decía que andaba cerca Carlos y él podía ponerme en contacto con la quiosquera. No conocía al tal Carlos pero lo buscaba entre la gente llamando a voces, Carlos, Carlos… Este es un ejemplo real de lo que se conoce, por sus siglas en inglés, como un ACD (average common dream), un sueño del montón.
    Todos soñamos, ya sabemos que en los sueños pasan cosas raras y que los sueños sueños son; solo nos importan los propios y tampoco demasiado. Se ha comprobado que en un escrito por cada línea que se alarga la narración de un sueño el interés del lector cae a la mitad. O como lo expresó, dicen, Henry James: cuenta un sueño, pierde un lector (tell a dream, lose a reader). Dicho esto, contradictorios como somos, un sueño puede tener su gracia.

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