miércoles, 16 de marzo de 2022

Nosotros/Losotros

    La distinción entre “losotros” y nosotros es una especie de marca de Caín que lleva la especie. Ellos son los malos y nosotros los buenos, aunque sepamos que no es así. Como aquel director de la CIA que refiriéndose a un dictador le decía a su presidente: Es un hijo de puta, de acuerdo, pero es nuestro hijo de puta. Esa lógica puede resultar en una inversión total de roles como pasa con la mafia (Scorsese, “Uno de los nuestros”), malos que se consideran buenos, la cosa nostra, capisci?. Un corolario sería que el nosotros llevado al extremo cristaliza en forma de secta. Aplaudo cada vez que alguien confiesa que ya no está seguro de ser de los suyos.
    “Cuando el polvo se asienta” es, cito, “una contundente serie danesa que ofrece una radiografía coral de un atentado terrorista”. Un atentado terrorista es una guerra con 
un contrato laboral por horas. Una guerra con contrato indefinido es una sucesión sin fin de actos terroristas. En la serie uno de los personajes es la Ministra de Justicia danesa. En un momento dice esta frase: no hay un ellos y un nosotros, todos somos nosotros. El problema es que en el preciso momento que empieza una guerra todo se desbarata, ellos son ellos, nosotros somos nosotros y los que se quedan en medio son sospechosos, tontos útiles, infiltrados o traidores. Una guerra todo lo pervierte, todo lo degrada, nos hace perder la dignidad, nos convierte en animales irracionales. Lo decía un antropólogo (Bermúdez de Castro): los humanos no somos lo suficientemente inteligentes. Desde luego que no.

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