jueves, 9 de marzo de 2023

Devociones

    No sé si hay alguna razón objetiva para leer a John Donne, en mi caso hay una subjetiva: era el autor favorito de Helene Hanff (o uno de ellos). Hanff fue una de esas escritoras neoyorkinas de ascendencia judía, una especie en sí mismas: Dorothy Parker, Susan Sontag, Vivian Gornick, Cynthia Ozick, Nora Ephron, Fran Lebowitz, Grace Paley o, ahora mismo, Nicole Krauss.
    Helene Hanff es recordada por un libro curioso, 84 Charing Cross Road (también hay película) que consiste en una recopilación tanto de las cartas que escribió a esa dirección de Londres, sede de una librería, como de las que recibió ella misma, principalmente de Frank Doel, uno de los empleados. El tono de las cartas es humorístico y el tema son los libros por los que Hanff se interesaba, por lo general clásicos ingleses.
    Con esta información macerándose en algún lugar de mi memoria durante años (ver nota), ahora por fin he leído un libro de John Donne, poeta, clérigo y padre de familia —no por ese orden—, autor entre otros de este al que me refiero: Devotions upon emergent occasions. Me gusta el título que traduciría como “devociones a cuenta de cosas que surgen”. En la edición que he leído el traductor, Alberto Girri, no se arriesga a traducir ese título extenso (que lo es aún más: and several steps in my sickness) y se limita a titular Devociones, que por otra parte es como se conoce también el libro en inglés, Devotions.
    Donne lo escribió a partir de una grave enfermedad que padeció, y superó, —él no lo especifica pero debió se ser tifus epidémico— y cuyo desarrollo sigue a lo largo de veintitrés capítulos de “meditaciones” sobre la condición humana. En realidad en el libro original en cada capítulo a la “meditación” le acompañan una “amonestación” y una “oración”; en la traducción leída solo figuran las primeras, la parte más literaria, diríamos. Continuará.

    Nota. Esto es lo que escribí en este blog el 6 de marzo de 2007:
    More than kisses, letters mingle souls, las cartas mezclan las almas más que los besos, es una frase de John Donne. El más grande de los poetas metafísicos ingleses (Wikipedia). ¿Se podría aplicar a los e-mails, sucesores naturales de las cartas? John Donne era también el autor favorito de Helene Hanff, la entrañable solitaria que escribió 84 Charing Cross Road. Una historia de amor en la que no se dijo nunca "te quiero", en palabras de Isabel Coixet. Mi admiración para los tres.

No hay comentarios: