lunes, 19 de junio de 2023

Ritornelo

    Todas las religiones tienen en común que son concepciones humanas, cosmologías que pretenden explicarlo todo. Estamos solos y perdidos en la Tierra, que por otro lado es un buen sitio para estar sin necesidad de que exista un paraíso terrenal específico. Las religiones, y a un nivel más primario las teorías conspirativas, nos dan la tranquilidad de que todo tiene una explicación. Un ser humano con convicciones vive más tranquilo y si esas convicciones incluyen la posesión de la verdad la cosa ya se vuelve beatífica (se te hace el culo pepsicola).
    Por desgracia la posesión de la verdad no sirve para nada porque la verdad no existe o dicho de otro modo la verdad es plural e imperfecta (aunque no todo el mundo está enterado). Desmanes se cometen a diario y sus artífices están convencidos de que tienen razón, de que los otros les (o los) oprimen y les marginan y les obligan a hacer cosas que tal vez no quisieran hacer; aunque bueno, seamos sinceros, sí que las quieren hacer porque es justo y necesario y qué tipo de persona serían si no lo hicieran. Era ellos o yo, pensarán, y encontrarán mil justificaciones para sus actos. A veces alguno se arrepiente, también es cierto.
    Así que convicciones las justas. De tenerlas me inclino más bien por alguna en sentido negativo, de tendencia nihilista, qué le vamos a hacer. La vida consiste en ir dándonos cuenta de que no sabemos nada (y sobrellevarlo como buenamente podamos). La vida consiste en ponerle buena cara al mal tiempo y el mayor éxito es fracasar con estilo (los que lo tengan). Si se me permite un consejo no solicitado aquí está: pase lo que pase no hay que amargarse.

No hay comentarios: