lunes, 4 de diciembre de 2023

Revelación

    Se ha caído con la bici (no de la bici, la bici ha caído con él). No entiende por qué, no lo ha visto venir; era una rotonda pero apenas se ha desviado de la línea recta, iba solo y no muy rápido; el suelo estaba mojado, eso sí. De pronto la bici le ha hecho un extraño; por un instante ha pensado que todo iba a quedar en eso, en un pequeño susto, y que la bici recuperaría el equilibrio; pero no, las ruedas se han deslizado hacia la derecha y él ha caído sobre su costado izquierdo.
    Por suerte, no ha sido nada grave; por desgracia, ha parado el golpe con la cara; el impacto ha sido entre el arco superciliar y el pómulo izquierdos; algo de sangre goteando, ojo no afectado, casco intacto. Del ambulatorio lo han mandado al hospital por si fuera necesario poner algún punto. No ha hecho falta, le han puesto unas tiras y le han despachado con un informe en la mano para el médico de cabecera.
    Saliendo del hospital le echa un vistazo y lee: varón de 68 años, caída con la bici… Le ha parecido que el informe hablaba de otro, un desdoblamiento de la personalidad, según leía se ha visto desde fuera y lo primero que le ha venido a la cabeza es que aquel señor tenía mala edad para una caída. De inmediato, claro, ha vuelto a la realidad; la inquietante realidad es que ese varón de 68 años que se ha caído con la bici, y que de pronto le ha parecido tan mayor, es él.

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