viernes, 13 de junio de 2008

Las campanas

He estado pendiente de las campanas y no han sonado. Los pájaros sí, cantaban, aunque con menos brío que ayer. Ayer estaba más oscura la mañana y los pájaros parecía que protestaban armando un gran alboroto. Y sobre las nueve se oyeron las campanas. No dando la hora (que ya parece que no la dan nunca) sino con ese volteo de zafarrancho de combate, de boda, de celebrar algo. Ayer doce de junio las campanas celebraron algo y me hicieron soñar con espadañas. Con piedra y bronce, con hierba y cielo azul. Me asomaba desde lo alto de la torre, leía el nombre grabado (Benedicta); temía que comenzaran a sonar y me volviera loco del estruendo.

No hay comentarios: