martes, 24 de junio de 2008

Para pensar

Cuando Cesc marcó el penalty que clasificaba a España para las semifinales, unos 16 millones de españoles estaban pendientes del televisor (incluido yo e incluida Gemma, muy atenta). Haciendo la cuenta de la vieja me sale que unos 30 millones de habitantes de este país no estaban viendo el partido en ese momento. Una amplia mayoría, una mayoría aplastante que dada la ocasión podría incluso votar que se prohibieran las retransmisiones de fútbol por la tele, por el despilfarro que suponen, los sueldos abusivos de jugadores y técnicos, los escándalos urbanísticos que siempre rondan cerca y especialmente por lo ridículo que les debe resultar que 22 tipos corran en pantalón corto detrás de una pelota como si fueran "niños chicos". Por cada persona que veía, con más o menos pasión, la tanda de penaltys otras dos estaban a otra cosa. Nos doblan en número...

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