Resulta que en la carta original que Flaubert escribió —y que por otra parte es un portento de altura intelectual— en torno a 1861 a su amiga la actriz Edma Roger des Genettes, el personaje histórico aludido no era Adriano, sino Lucrecio, poeta y filósofo romano que vivió en tiempos de Cicerón. Este Lucrecio escribió un largo poema titulado “De rerum natura” (de la naturaleza de las cosas) en el que se adelantó a su tiempo y que, atravesando los siglos, se ha convertido en una auténtica obra de culto. He intentado hincarle el diente un par de veces, sin ningún éxito.
Lucrecio defendía, entre otras cosas, que la vida natural discurría sin ninguna intervención divina; lo que se corresponde con lo que aseveraba Flaubert (aquel periodo sin dioses). Este lo decía en petit comité, solo para los ojos de su amiga; pero, por suerte, aquella carta, con otras muchas suyas, salió a la luz. Esto también es parte de la naturaleza de las cosas.
Pero, ¿de verdad ha habido algún periodo de la historia sin un dios que se hiciera cargo de todo? Lo dudo, no me extrañaría que lo más parecido fuese esta época nuestra, y solo en lo referente a algunos sectores sociales. Para mí que Flaubert escribió aquella frase (de que el hombre se quedó solo) porque no se pudo contener —de puro brillante— y a sabiendas de que exageraba..
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