martes, 27 de enero de 2009
Camas
De vez en cuando hago recuento de los puntos del globo donde he estado, y no son muchos. Otra variante, y creo que lo hace mucha gente, es contar en cuantas camas distintas he dormido. Y este número ya va siendo alto, lo que demuestra que no hay que poner especial empeño en moverse. La vida (las circunstancias) te mueven. Hay camas de una noche y camas de largos años, orientadas al norte o al sur, a favor o en contra de las corrientes telúricas, del lado de la ventana o del lado de la puerta, de muelles o de gomaespuma. Cada cama va asociada a un lugar y a unas personas. Nunca he hecho la lista por escrito. Quizás porque, como todo, cuando supiera el número exacto me iba a parecer que después de todo no son tantas, y que mi vida (como la mayoría) se reduce a sota, caballo y rey (o presidente de la república).
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