lunes, 18 de febrero de 2008

Albóndiga

Viajamos sobre un albóndiga fría (aunque dicen que por dentro arde). Una albóndiga fría y llena de microorganismos. Entre ellos el hombre, conocido como "la caries del planeta". Si "alguien" engullera esta albóndiga, pienso que el sabor sería salado en un primer momento, para luego evocar un profundo gusto a tierra y terminar con un estallido mineral picante (el núcleo ardiendo). ¿Y quién iba a comerse este objeto sideral? (he escrito "objeto sideral" por no volver a poner "albóndiga", ya vale de la gracia). Sólo se me ocurre un candidato: El mismísimo Dios. Al fin y al cabo es el cocinero que amasó la albóndiga (lo he vuelto a decir ...perdón). Bueno, o el principito que está por ahí y algo tendrá que comer. Y si nadie se la come, esta albóndiga (dále) volverá algún día (y entonces la palabra día ya no tendrá sentido) al gran potaje cósmico, y entonces ya no será más eso, albóndiga.

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