martes, 5 de febrero de 2008

A calzón puesto

Soy un hombre callado y a menudo cuando hablo, y quizás me embalo, luego tengo la sensación de que he hablado demasiado. De vez en cuando se me escapa alguna pequeña maldad. Del mismo tipo de maldad que aborrezco en boca de otros. La sinceridad tiene buena prensa; cuantos no presumen diciendo: "Yo siempre digo lo que pienso". No diré que sea un defecto pero como dijo André Maurois: "La sinceridad es de cristal, la discreción es de diamante".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta la reflexión de André Maurois...Me encanta que conozcas a Maurois, por eso me encanta tu blog ,si señor, es difícil encontrar personas que hagan estas referencias