jueves, 25 de diciembre de 2008

Hermanos

Eran unos hermanos mellizos que estaban a 6000 kilómetros de distancia uno del otro (por no quedarme corto) y cuando uno tuvo un ataque al corazón el otro sintió la imperiosa necesidad de ponerse en contacto con él. Eran cinco hermanos de los normales que se reunían en Navidad y yo, que era el segundo de los cinco, nos veía juntos y pensaba que me gustaba estar así. Cuando coincidimos tres o cuatro de los hermanos siempre me hago la observación mental: Faltan dos, falta uno. O, ¡bingo!, estamos todos. Puede haber más gente, pero en un determinado momento paso lista a mis cuatro hermanos, los distingo del resto. Un club al que pertenezco por nacimiento. Los cinco en la misma habitación me da paz, sosiego. Será porque pasa pocas veces, seguro. Los mismos genes que yo, mis hermanos de sangre... Por extraño que parezca aún no nos hemos enfadado.

No hay comentarios: