sábado, 20 de diciembre de 2008

Predicador

"La crisis es parte de la corrupción que hay en nuestras vidas". Lo ha dicho Clint Eastwood, que no es un pensador, pero sí un hombre sensato y con experiencia (o lo parece). El hombre gusta de tropezar en la misma piedra en la que han tropezado antes su padre, su abuelo y su bisabuelo. Y luego vuelve a tropezar. Según Edward Gibbon la caída del Imperio Romano se debió a la pérdida de la "virtud cívica" por sus ciudadanos. Trasladado al siglo XXI podríamos hablar de "decencia" de nuestros conciudadanos. De "valores", "ética", "solidaridad" y unas cuantas palabras más, entre las que destacaría la palabra "austeridad". Y aún diría más (querido Dupont), ya no pediría que la gente viviese por debajo de sus posibilidades, sino que no intenten vivir (como Óscar Wilde) por encima de ellas. En caso contrario es cuando empieza a crecer la bola de las hipotecas basuras, el precio del petroleo, los timos millonarios, el crack de la bolsa y las colas del paro. Parezco el predicador.

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