martes, 24 de abril de 2007

Pequeño dilema

Dicen que en Nueva York la gente camina apresurada por la calle, como si tuvieran una misión que cumplir, como si supieran exactamente a donde van y estuvieran determinados a llegar a cualquier precio. También dicen que es raro el contacto visual, y que el ser más extravagante pasa desapercibido. A mí me gusta lo contrario, el paseo sin rumbo fijo, la observación de algunos detalles, las conversaciones cazadas al vuelo.
On the other hand (esta coletilla me la metieron en el cerebro en mis clases de inglés y la incluí invariablemente en todas mis redacciones), por otra parte, uno de los rasgos que me atraen en la gente es la energía. Esa capacidad de hacer, de no cansarse, de dar la cara.
Y ahora la pregunta: ¿Se puede ser a la vez activo y soñador?.

2 comentarios:

Cierro comillas dijo...

Activa-mente soñador y Soñadora-mente activo, la perfecta conjunción.
Disfruto casi de las mismas cosas, del paso lento pero firme de mis pies sin rumbo prefijado, de percibir los sonidos más distantes, de escuchar al pasar esa frase que lo dice todo con tres palabras, de los días soleados y de los lluviosos cada uno por su encanto. Pero por sobre todo disfruto de mi tiempo, al que hoy defino como activamente ejecutor de mis sueños.

Anónimo dijo...

Puede que el soñador “consciente”, precisamente sea la persona que más ejercicio practica; Su mente trabaja constantemente. Y le añade aún más actividad, cuando intenta ejecutar esos sueños, , aunque no siempre lo consiga, y se quede en el empeño. “Corpore sano in mens sana”… o no es así?.