domingo, 16 de marzo de 2008

Él y yo

El hombre había estado dormido, pero aún no estaba despierto. Sabía que estaba en la cama (en una cama) , se sentía horizontal en la penumbra azul de una habitación. Se movió para quedar boca arriba y mientras distintos músculos se iban numerando y proclamando su presencia pensó que no sabía bien del todo quien era ni donde estaba. Sólo notaba la sensación placentera de haber dormido lo suficiente, de estirar las articulaciones, de estar vivo. Poco a poco se fue dando cuenta de que él era yo.

No hay comentarios: