sábado, 29 de marzo de 2008

A veces no entiendo

Pasa a veces que leo una novela y no la entiendo. Dos ejemplos. "Zazie en el metro" de Raymond Queneau. Una niña viaja en metro. No entendí más. Pensando mal puedo atribuir mi incomprensión a la labor del traductor, que era Sanchez Dragó. Pero no, asumo mi responsabilidad. Soy falible como el Papa en asuntos no religiosos (que tiempo hará, por ejemplo), y sencillamente no les vi ningún sentido a las peripecias de Zazie. Segundo ejemplo: "Seda" de Alessandro Baricco. Un libro bien cortito donde un comerciante va y viene al oriente y en cada viaje el autor repite algunos párrafos supongo que con fines sutilmente literarios. O tal vez sólo por ahorrar gasolina.Varias mujeres aparecen implicadas en la acción (escasa por otro lado). ¿Y qué?. No sé, no entiendo. Fue un éxito espectacular de ventas pero a mí me pareció un cuento como mucho enigmático. El fallo es mío, seguro.

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