sábado, 22 de diciembre de 2007

Mucho y poco

Llegó la hora de los brindis. Como era de esperar le pidieron que dijera unas palabras. Bueno, le dijeron "que hable, que hable". Sonreía y le guiñó un ojo a alguien a mi espalda. Estaba decidido a no hablar. Uno le dijo en voz baja, animándole, "venga, ¿que podrías decir?". Y él contestó, también en voz baja, "mucho y poco". Mucho y poco. Me gustó la respuesta. Me imaginé a qué se refería. A lo mucho que podría hablar sobre los últimos años, sobre los malos tragos, sobre las amistades hechas, sobre los momentos compartidos. Y lo poco que diría si en último caso se veía obligado a hablar. Porque bastaba el gesto, las miradas. Porque es dificil expresar según qué cosas con palabras.

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