sábado, 8 de diciembre de 2007

SMS

Encendí el móvil al salir a la calle por la mañana y me entró un mensaje. Lo abrí y decía: "¿A ti te importa?. Salgo a las cinco". Estuve confuso durante algunos segundos. ¿Me importa qué?, ¿quién sale a las cinco?. No encajaba con nada conocido. Comprobé el número del teléfono, y no era de ninguno de los sospechosos habituales. Alguien se había equivocado de destinatario. Seguí a mis cosas. Después de comer me encontré mirando por la ventana y pensando en el mensaje. Decidí que probablemente era un hombre el que lo había enviado (por el tono abrupto) y que la persona que no lo había recibido era una mujer. ¿No debería llamar al número del remitente y explicar la confusión?. Escribo destinatario y remitente como si fuera una carta, no se me ocurre otra cosa. ¿O sería mejor para todos, especialmente para ella (que ya era una mujer bella y misteriosa en mi imaginación) no llamar y que él se fuera efectivamente a las cinco?. Antes era más sencillo, sonaba el teléfono y tú descolgabas y decías: "¿Sí?". Y la otra voz: "¿Está María?". Y tú: "¿Qué María?", aunque no había ninguna María en todo el edificio. Y al final se disculpaba y ya estaba. A las cinco y un minuto me llegó otro mensaje. Era del mismo número desconocido. Lo abrí con un ligero temblor. Decía escuetamente "adiós". Tecleé torpemente, opciones, usar número, llamar (esta sucesión la conseguí sólo al cuarto intento). Tras un tono de llamada salió la voz esa que dice "el número al que llama está etc. etc."

No hay comentarios: