viernes, 25 de enero de 2008

Contentando a Bill

Una vez escribí un diálogo en inglés como tarea para casa en la academia donde iba. El profesor era un pelirrojo grandullón que se llamaba Bill (Antes tuve una profesora que se llamaba Bárbara y que al decirnos su nombre puntualizó que no quería que nadie hiciera el "chiste" de comentar "Bárbara, que barbaridad"; seguramente eramos muy inmaduros entonces). El tema del diálogo era un padre que llamaba a la puerta de la habitación de su hijo para pedirle que bajara el volumen de la música. Un tema siempre de actualidad. Yo escribí el diálogo e incluí la frase dicha por el padre de que aquella música sonaba "como los jerries sobre Londres". Jerries es como llamaban los ingleses a los alemanes en las guerras mundiales. Bill tenía su modo peculiar de corregir los trabajos y junto a esa frase dibujó un gato sonriente. Una caricatura sencilla pero eficaz con orejas puntiagudas y largos bigotes. No sé de dónde saqué lo de los jerries. Puede que de un tebeo de hazañas bélicas (dónde también aprendí alguna palabra en alemán como "achtung"; eso fue mucho antes de Bono y U2). En todo caso había creado mi propia ficción y había dado a Bill lo que quería leer.

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